querido diario

querido diario:
Hoy me subì al autobus y una vieja me interrumpìa el paso, a tal punto que no me permitìa sentarme. El dìa estaba soleadito de tal manera que ya desde afuera habìa seleccionado mi asientito, pero la vieja, como dije,  interumpìa mi acceso.
- Señora, ¿podrìa usted correrse tan amable?
- Mocoso de mierca, ¿quien te dijo que quiero escuchar mocosos? No tengo ninguna oblugaciòn de escuchar mocosos

....bueno, ya sabemos a quien votò! por lo menos se que despuès se quedò atrancada en una rueda al bajar, pobre viejita, que en paz descanse.

Comentarios