Personales: Hostel la Lechuza o bloque trece

Hace un par de días me enteré de mi fecha de vacaciones, estoy mas que contento por eso. Hace un par de días que quiero agradecer a toda la gente que tuve la increíble fortuna de conocer las vacaciones anteriores. Soy consciente de que a la mayoría no les voy a volver a ver, pero también es genial el hecho de que aun sigo en contacto con una parte.
Me permito contar un poco: "hice" Rosario-Posadas-Salta- Asunción y toda una serie de localidades intermedias.
El hostel de Rosario nos daba de desayunar panqueques con dulce leche  (mas todo lo clásico, obvio). De ahí recuerdo patente haber terminado aprendiendo a jugar a un juego de cartas que ni conocía con un grupo de israelitas que, incluso, se esforzaron por integrarme. Incluso me acuerdo de haber compartido mi cena con gente que estaba seca en guita, que no tenía para pagar su cena,  y, a los días, este mismo chico me convidó la empanada mas rica de mi vida, incluso mas careta que las que yo le había regalado. Me parece que aprendí mucho: a veces la teoría no alcanza.
De Posadas, ni que hablar: el gordo que no es gordo, el Agus (exijo mi diploma!), la chaqueña de Roque Saenz Peña, la pareja de entre ríos (aguanten los mates y todo), el japonecito que en realidad era hijo de gente de Laos y que tenía mas onda que la onda misma, el profesor de no se que y que se prendía en todo lo colectivo y popular, etcétera. Fue todo absolutamente genial: las comidas colectivas, las charlas, los juegos.
De Salta, también, los mejores recuerdos: el señor payaso (sos un capo hermano, un ejemplo a seguir en varios aspectos), la  diseñadora gráfica de Irigoyen (Santa Fe), el muchacho de San Lorenzo de Salta, el señor Laucha "cocinador" de desayunos, el chico con quien al final me entendí (Cromagnon), el muchacho de Carcaraña, etcétera. Agus y el gordo que no es gordo: no los voy a nombrar porque nos conocemos de Posadas. Chicos todos: el pedazo de pizza con el que me fui de allá, hacia no se donde, fue el mejor del mundo.
Se que no se va a repetir, a veces la vida es medio puta, pero me llevé lo mejor (y no lo voy a devolver).

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