Editorial 5: "Mala sensación, muy mala"

Lo veía casi todos los días que iba hacia ese lado. Nunca supe como se llamaba. Era simpático y era tucumano. Siempre un chiste, algo gracioso, a veces mal y a veces bien. Nos gustaba saludarnos. Era cruzarlo y joder, cruzarle y hacer una mueca, cruzarle y decir alguna pavada para reirse un cacho.
"hooola lola!"Ya renunció el gatito???", "el grupo de tu remera todavía existe????".
Una de estas tardes ya llevaba como tres tardes sin verlo (o buscarlo con la mirada para decir alguna pelotudez).Pregunté ayer a uno que andaba en la puerta, aparentemente en una función similar ¿y? ¿el tucumano se fue de vacaciones? (creo que no sería su primera vez en vacaciones en mi tiempo en el barrio).
-No, se murió.
- Me estás jodiendo, le dije con cara de que no podía joderme con eso
-No, se murió
Y ahí me contó la historia: se resbaló y se golpeó fuerte la parte de atrás de la cabeza. Dejó familia, 44 años tenía.
Muchachos, muchachas ¿y si empezamos a vivir de otra manera? La vida puede terminar mañana a la tarde.

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