Debo confesar que en algún momento tuve la oportunidad de estar en el exterior de la Argentina y, en esas reuniones turísticas en que señalan as a cada persona y le preguntan de dónde viene, yo decía Uruguay.
En aquel momento, cómo no eran viajes de trabajo, mi intención mirando mi condición de Argentino, tenía que ver con distanciarme de todas aquellas personas que en el exterior, interpreto, sostengo, tienen actitudes quizás un tanto soberbias. Mi modo de actuar mirador respondía y de hecho responde a esa creencia que acabo de contarte.
Cuando se hace evidente por las circunstancias de que uno es argentino, por lo menos, me digo rosarino. Me evito todos los prejuicios qué hay sobre los porteños al menos y además consideró que la ciudad de Rosario tiene una cultura mucho más sólida y a la vez algo confrontativa en relación a lo que sería la cultura de un porteño.
Ya se, eso que acabo de decir en relación a la cultura rosarina no es algo demostrable, es tan sólo mi opinión, pero yo he tenido la oportunidad de tener muchas amistades rosarinas y estuve buen tiempo en esa ciudad.
Te contaba antes, en otro párrafo, que me niego cómo argentino porque a veces me niego como Porteño y que esto tiene que ver con las actitudes que entiendo tiene los argentinos afuera.
La cuestión que quiero contarte en realidad es que como politólogo aún debería negarme incluso más.
Lo que pasa es que en nuestro país, sobre todo en las grandes ciudades como Buenos Aires tenemos un problema gigante qué es el hecho de que estamos en una sociedad corrupta, y una sociedad corrupta es una sociedad que afecta a la posibilidad de previsión, qué afecta a la posibilidad de hacer buenos negocios y qué afecta los recursos de sectores que los precisan.
Corruptas la sociedad, no solamente la clase política. Soy uruguayo Jaja, mentira
En aquel momento, cómo no eran viajes de trabajo, mi intención mirando mi condición de Argentino, tenía que ver con distanciarme de todas aquellas personas que en el exterior, interpreto, sostengo, tienen actitudes quizás un tanto soberbias. Mi modo de actuar mirador respondía y de hecho responde a esa creencia que acabo de contarte.
Cuando se hace evidente por las circunstancias de que uno es argentino, por lo menos, me digo rosarino. Me evito todos los prejuicios qué hay sobre los porteños al menos y además consideró que la ciudad de Rosario tiene una cultura mucho más sólida y a la vez algo confrontativa en relación a lo que sería la cultura de un porteño.Ya se, eso que acabo de decir en relación a la cultura rosarina no es algo demostrable, es tan sólo mi opinión, pero yo he tenido la oportunidad de tener muchas amistades rosarinas y estuve buen tiempo en esa ciudad.
Te contaba antes, en otro párrafo, que me niego cómo argentino porque a veces me niego como Porteño y que esto tiene que ver con las actitudes que entiendo tiene los argentinos afuera.
La cuestión que quiero contarte en realidad es que como politólogo aún debería negarme incluso más.
Lo que pasa es que en nuestro país, sobre todo en las grandes ciudades como Buenos Aires tenemos un problema gigante qué es el hecho de que estamos en una sociedad corrupta, y una sociedad corrupta es una sociedad que afecta a la posibilidad de previsión, qué afecta a la posibilidad de hacer buenos negocios y qué afecta los recursos de sectores que los precisan.
Corruptas la sociedad, no solamente la clase política. Soy uruguayo Jaja, mentira
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