Juan Llach es un intocable, tiene escritos por todos lados y, en este libro que le estoy leyendo busca, claramente, contarnos sobre los motivos de la cuestión.
Indaga, por sobre todo, a través de indicios de raigambre económica. Se fija mucho en épocas pasadas, en como se fue constituyendo el estado argentino e incluso, propone comparaciones con otros países de características que asume similares.
Es de tontos, sería de tontos, menospreciar semejante obra. Aun la estoy leyendo, está buena, pero en mi cabeza me contrasta muy fuertemente con lo que vivo día a día.
Perdonen, pero mi modo de entender, es, suene tosco o no, de acuerdo a lo que veo: fallamos como argentinos, fallamos como inoperantes, fallamos como corruptos, fallamos como ventajistas, fallamos como dolarofilos y como soñadores de un mundo en paz y comunidad que en realidad no corre.
Fallamos legitimando el eclecticismo político, fallamos con la grieta, fallamos con el odio.
Indaga, por sobre todo, a través de indicios de raigambre económica. Se fija mucho en épocas pasadas, en como se fue constituyendo el estado argentino e incluso, propone comparaciones con otros países de características que asume similares.
Es de tontos, sería de tontos, menospreciar semejante obra. Aun la estoy leyendo, está buena, pero en mi cabeza me contrasta muy fuertemente con lo que vivo día a día.
Perdonen, pero mi modo de entender, es, suene tosco o no, de acuerdo a lo que veo: fallamos como argentinos, fallamos como inoperantes, fallamos como corruptos, fallamos como ventajistas, fallamos como dolarofilos y como soñadores de un mundo en paz y comunidad que en realidad no corre.
Fallamos legitimando el eclecticismo político, fallamos con la grieta, fallamos con el odio.
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