La dignidad no se negocia...pero se negocia

Si te fijas, en el ambiente argentino, pasaron ocho años, o sea más de un gobierno local, o sea más de un gobierno municipal en las ciudades, etcétera, y los problemas continúan siendo fundamentalmente los mismos.
Permíteme decirtelo de otra manera así soy más claro: Voy al tema del empleo, el tema del trabajo. Te recuerdo un poco de las intenciones de las autoridades, te recuerdo un poco lo que fueron los planteos publicos en el pasado y ahí vas a entender un poco es lo que te quiero contar.
Hablemos de trabajo en negro, hablemos de trabajo en gris, hablemos explotación, hablemos de doble presión en el trabajo.
Recién te hice una enumeración: Y cada uno de estos casos hoy en el año 2020 tengo ejemplos, de cada uno de estos casos en el año 2010 también se podría dar ejemplos.
En comercios que facturan cientos de miles de pesos, te ponen la mitad de tu salario en blanco y la otra parte negro, en call center estás completamente negro en muchos casos y te presionan para que vendas y vendas y vendas, etc.
No son casos aislados, por lo tanto no son casos aisables, ni relativizables, es nuestra Argentina de hoy, muy parecida a la Argentina de 2010. No nos estamos logrando superar, se hace completamente necesario tomar diagnósticos que nos hablen de lo colectivo, empezar a dejar de soñar para empezar a trabajar y poner manos a la obra pensando en el bien común cuando el bien común tiene nombre y apellido, formas y colores exactos. La dignidad no se negocia, nunca, pero se negocia todos los días: quieras o no.

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