Juan Domingo Perón está en un ataúd y casi nadie lo va a visitar. Está solo.
Fue un señor magnífico (tengo que decirlo así me evito insultos: incluso por mas que no lo haya conocido), una gestión que no viví porque soy joven, pero, lo se y me encanta, marcó época.
Sin embargo, he ido a visitar su posada final alguna vez y no vi flores ni guardia de honor. Como licenciado en ciencia política por la Universidad de Buenos Aires no entiendo como se ufanan tanto en interpretar su figura en redes sociales.
En realidad no solamente no entiendo esa situación, sino que me preocupa. La sensatez es pensar el presente siempre mas que el pasado. Vivimos acá y ya, con problemas reales: marginalidad, desempleo, discordia innecesaria, demagogia, injusticia, Hoy, 2021.
La cosa va peor: desempleo y pobreza son cosas de gestión, problemas de gestión. ¿Quién habla de eso? No, para hablar de eso hay que experimentar y conocer. Mejor hablemos del pasado.
Por favor, no seamos hipócritas, dejen de distraerse, dejen al general descansar en paz.
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